AlcaláDigital.- El PP Regional mira  con preocupación cómo se le “escapa de las manos”, la segunda ciudad más importante de la Comunidad de Madrid, después de tanto trabajo y tanto esfuerzo que costó “romper” 30 años de socialismo en una ciudad que tradicionalmente es de izquierdas y que gracias al trabajo de Bartolomé González, un buen equipo y, la aportación de muchos militantes  se consiguió “conquistar” para el proyecto del PP, en donde se ha estado gobernando de forma ininterrumpida durante diez años, y ocho con mayoría absoluta.   

Un “buen trabajo” que día a día, se debilita y en donde están asistiendo como testigos privilegiados, una parte muy importante de concejales y concejalas que, llevaron al PP de la mano de González, a lo más alto de la política local y de partido. Una dato de muy difícil superación, en el ámbito local de esta ciudad.

Y es que, para gobernar una ciudad tan difícil como Alcalá, se tiene que tener un buen programa, un buen equipo y mucha cintura política. Y además de todo eso, contar con el respeto de la gente.  Unas actitudes que hoy carece quien representa al PP en Alcalá y a la Ciudad en el ayuntamiento, Javier Bello.

Un alcalde que no le ha votado Alcalá, ya que ha llegado a la alcaldía por la dimisión de, Bartolo, y por lo tanto de “rebote”. Pero es que, por si faltaba algo, en este año y medio de ejercicio, ni le quiere el pueblo, ni le quieren muchos de sus concejales, ni le quieren en su partido, tanto en Madrid, como en Alcalá, ya que solo le votaron dos que cada diez militantes, porque los otros ocho se quedaron en sus casas antes que votarle. En política se está para sumar no para restar o dividir, así es como consiguió Bartolo sus dos mayorías absolutas.  

Pero es que, este hombre, y político tan inexperto como sectario, ha basado su política en la división de su equipo de gobierno. En el incremento de la deuda, y en el apoyo de pactos ocultos con partidos tan dispares, como Izquierda Unida y España 2000, así como, con el sindicato Comisiones Obreras. Unos pactos “anti natura” que nadie entiende en la ciudad y, fuera de ella, en donde, además de tener paralizada la ciudad, se ha radicalizado la vida política en el Consistorio, y se puede poner como un buen ejemplo, los plenos mensuales en donde “el Circo, los insultos entre concejales y las descalificaciones personales están” amparadas por el alcalde Bello.  Lo que este hombre no entiende es que, tiene que gobernar sembrando para recoger y no rompiendo puentes que solamente le traerán el aislamiento.

Por eso no es de extrañar que la presidenta del PP Regional, Esperanza Aguirre, mire con preocupación lo que está pasando en Alcalá de Henares. “Esto se tiene que arreglar”, decía la presidenta no hace muchos días a unos de sus colaboradores con puesto en la Ejecutiva Regional y muy buen conocedor de Alcalá y su comarca. “Para arreglar Alcalá, hay que hacer limpieza, presidenta”, fue su contestación, a lo que la presidenta asintió con la cabeza.

Y es que, con este hombre, (Javier Bello) los enfrentamientos entre compañeros de Gobierno y de partido aumentan y el PP en Alcalá se “desangra”, por lo que los sondeos de opinión no paran de dar malos resultados (de 6 a 8 concejales de celebrase ahora elecciones) y eso es lo peor que le puede pasar a un partido con el poder en la mano, y con aspiraciones a continuar teniendolo.

Un poder, que ve como se le escapa, ya que para conseguir mayorías en esta ciudad, es muy importante contar con el apoyo del centro izquierda y el centro derecha, ya que esa fue la clave de las diversas mayorías conseguidas por Bartolo durante dos legislaturas. Las mayorías absolutas no se las dieron a Bartolo los votantes del PP, se las dieron los votantes de centro izquierda que se supo ganar a base de muchos errores de la izquierda y el buen trabajo, porque no decirlo, del PP bartolista. Una forma de trabajar que dio sus frutos positivos, y que con el actual mandatario, es “imposible de poner en práctica” ya que de socios como,  IU y España 2000, no conseguirá ni un voto, es más, le huirán los suyos, ya que el gran error de este hombre, es que ha abandonado el centro, echándose en manos de los extremos, y los extremos jamás gobernaran Alcalá de Henares. Con estos plateamientos en PP alcalaíno, tiene asegurada la oposición, y cerradas las puertas del gobierno, para una larga temporada.

Un paso a la oposición que se mira con preocupación por algunas partes del PP y con cierto resquemor por otros sectores populares que no dan la ciudad por perdida, sin antes poner en marcha una profunda reestructuración en el PP de Alcalá. Una reestructuración de bisturí, en donde no se descarta una gestora, para la regeneración del partido y elaborar una lista electoral para 2015, en donde el PP de Alcalá se presente con la cara lavada y sin ataduras del pasado.

“Presidenta, la única manera de arreglar Alcalá es hacer limpieza”

Sabias palabra de este experimentado dirigente, que desde AlcaláDigital las suscribimos en su totalidad.