(EFE).- Los adolescentes con trastornos de comportamiento han aumentado en los últimos cinco años por la crisis económica y los cambios sociales experimentados en la estructura familiar, junto al auge del individualismo, la necesidad de recompensa inmediata o la poca tolerancia al malestar.
Así se desprende de un informe elaborado por el Hospital San Joan de Déu de Barcelona, a partir de una encuesta realizada a más de 1.300 pediatras, padres y madres, psicólogos y otros profesionales de la salud mental de todo el territorio nacional para prevenir, detectar y proponer recomendaciones con el fin de abordar estos problemas.
La mayoría de los profesionales encuestados ha detectado un aumento de los trastornos de conducta, que se han convertido en la primera causa de consulta en los servicios de salud mental para niños y adolescentes por su impacto en el entorno familiar y escolar.
La irritabilidad, la pérdida de amistades, el abuso de sustancias, la escasa capacidad de atención, el bajo rendimiento académico, la poca tolerancia a la frustración o la pérdida de valor ante la autoridad pueden indicar la aparición de problemas de comportamiento en los menores.
Los padres que no tienen tiempo para estar con sus hijos, las familias desbordadas, los progenitores que no saben poner límites, la falta de comunicación y conocimiento de los problemas de los hijos, el bajo nivel social y económico o los padres abusivos pueden provocar trastornos de conducta.
