AlcaláDigital
12 de febrero de 2016

 


La sexualidad no se jubila
 
     
 
 
 
 
     

 
 

Yolanda Rincón/AB Minerva Psicólogos.- La sexualidad nace con nosotros y nos acompaña durante toda la vida. Excitante, juguetona, impetuosa, pícara, dulce, amorosa... ¡siempre dispuesta a proporcionarnos placer!
Si, independientemente de la edad que tengamos, la sexualidad es una necesidad vital. Una necesidad tanto física como mental ¡nuestro cerebro es también un potente órgano sexual! Todo nuestro organismo necesita de una sexualidad sana, saludable y placentera para estar bien.
Sin embargo hay numerosas ocasiones en las que el placer que deberíamos obtener con nuestra sexualidad parece darnos la espalda.


Si la sexualidad no se jubila, ¿por qué existen determinados momentos en nuestra vida"  en los que empezamos a caer en una especie de pereza sexual? ¿Por qué nos resignamos tan pronto a no disfrutar plenamente de nuestro cuerpo y del maravilloso placer que puede llegar a proporcionarnos? ¿Por qué nos autoengañamos diciéndonos que eso que nos pasa es normal, que es cosa de la rutina o de la edad;  que no importa o, lo que es peor, nos avergonzamos por desear y anhelar sentir, gozar  y disfrutar?
¿Por qué cuando aparecen las dificultades, problemas o problemillas sexuales no buscamos ayuda profesional? ¿Por qué los sufrimos en vez de buscar soluciones?


¿Por qué todavía nos cuesta tanto hablar abiertamente de sexo?


Quizás sea porque, como en tantas cosas, no nos han enseñado. Y, lo que es peor, nos han enseñado a tenerle miedo y ocultarlo como si en vez de ser algo sano, saludable y necesario para nuestro bienestar fuese algo vergonzoso ¿Os habéis fijado en cuántas ocasiones cuando hablamos de sexualidad lo hacemos de forma irónica o jocosa en vez de hacerlo con la seriedad que de verdad tiene?
La sexualidad no se jubila y, sin embargo, con cuánta frecuencia, a medida que avanza el tiempo de convivencia, las parejas van dedicándose cada vez menos besos, caricias, miradas, abrazos, juegos, fantasías... La expresiones sexuales y afectivas se van reduciendo al momento de intimidad sexual que, además, vamos dejando para luego, para cuando haya tiempo, para cuando no estemos cansados, para después de... ¿Os suena eso de "uffff.... ¡qué pereza!" o, ¡"Es que nunca tiene ganas"!?


La relación se enfría y se nos muere el amor. Como en la canción de Ricardo Arjona. 
"Se nos muere el amor, [...] tiene anemia de besos, tiene cáncer de olvido [...]
"Se contagió de costumbre, le faltó fuego a la lumbre"

Si la sexualidad no se jubila, ¡no la jubilemos nosotros! ¡Vivámosla plenamente!
Sin miedos, sin pereza, sin vergüenza. Cuidémosla, mimémosla para que sea buena, sana y duradera.
Si, cuando aparecen los primeros síntomas de que algo no está bien, falla o no funciona como os gustaría, y cuidáis de vuestro cuerpo, de su salud e incluso de su belleza, ¿Por qué con vuestra sexualidad o con vuestra relación amorosa no hacéis lo mismo?


No esperéis a que un problemilla se convierta en un problema grave. Cuando aparezcan los primeros signos de insatisfacción o dificultades en vuestra vida sexual o relación amorosa ¡No os resignéis! Acudid a un especialista. Buscad un Sexólogo, Sexóloga o Terapeuta de Pareja especializado.
Los Sexólogos son profesionales Psicólogos expertos en sexualidad y relaciones amorosas. Están especializados, capacitados y autorizados para ejercer como tales. Con ellos podréis sentiros  libres de expresar vuestras dudas, miedos, frustraciones, emociones, gustos, fantasías, anhelos, problemas o dificultades de cualquier índole con la total certeza de os entenderán y ayudarán. Esas dificultades por las que podéis estar atravesando son bastante comunes y os aseguro que tienen solución.
Si la sexualidad no se jubila ¿La jubilaréis vosotros? ¿Lo harás tú?

 

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