MADRID/ ALCALÁ DE HENARES (ALCALADIGITAL) Transparencia, una palabra maltratada por el ayuntamiento de Alcalá de Henares, y al que los partidos políticos se acogen para seguir insultándola. Tras nueve años de poder contínuado Bartolomé González ha demostrado ser un pufo más para el ilusionado pueblo de Alcalá de Henares que le dio su confianza absoluta en dos legislaturas tras el nefasto ciclo de Peinado-Suarez Machota. Han pasado nueve años de aquello, y como el tiempo es el que da y quita razones, la esperanza bartolista, se ha convertido con el tiempo en decepción por la política desarrollada y en un despilfarro continuado de caudales públicos.
Bartolomé González ha hecho todo lo contrario que a un buen alcalde se le debe exigir.
Un buen alcalde es aquél que sustituye la estima al poder por la obsesión de resolver los problemas.
Un buen alcalde es aquel que sabe anticiparse a los problemas, nunca negarlos, diluirlos y lo que es más grave crearlos.
Un buen alcalde nunca esquiva los problemas heredados, debe de tener la certeza de arreglarlos.
Un buen alcalde jamás puede prometer lo que desconoce si se podrá hacer, debe sustituir su ego y el populismo por la sensatez, un alcalde nunca debe engañar ni dejarse engañar.
Un buen alcalde debe de tener conciencia, porque sin ella, no se puede repartir sin crear, debe de tener conciencia de que una sociedad justa debe ser simétricamente una sociedad más rica.
Un buen alcalde no va regalando los recursos de sus vecinos, sino que los utiliza como semillas para crecer, resolver y enseñar a conseguir recursos en su propio ayuntamiento.
Un buen alcalde debe entender del inmenso valor que tiene la relación con otros líderes, siendo capaz en ellos de despertar una admiración hacia su persona, no solo hacia el cargo que ejerce.
Y un buen alcalde es aquel que debe rodearse de gente inteligente, incluso más que él, entendiendo que su gran fuerza empieza por la de su propio equipo.
Bartolomé González ha ejercido de alcalde ajeno a estas directrices, dejando un ayuntamiento económicamente en la miseria, sin capacidad de maniobra, con una herencia económica de difícil solución, con unos elevados gastos de personal, en el ejercicio de 2011 fueron de 102.484.486 euros y una deuda financiera inasumible.
En la tarde-noche previa del pleno extraordinario que debió de aprobar el plan de ajuste, la interventora municipal se puso en contacto con los diversos grupos políticos para informarles, que de no aprobarse ese plan de ajuste el ayuntamiento entraría en quiebra.
Y es que no es de extrañar que el Ayuntamiento de Alcalá de Henares halla hecho gala de ser de los menos trasparentes de España.
Cuando se presentó y aprobó el presupuesto de 2011, se informó de que este ascendía a 194.600.000 euros, pero se obvió el Estado de Consolidación global que ascendía a 198.786.653 euros. La diferencia es motivada por el Organismo Autónomo Ciudad Deportiva Municipal, 8.380.653 euros de presupuesto. El Organismo Autónomo Instituto de Planificación y Gestión Ambiental, 882.000, por cierto no se contemplan gastos de personal. Ente Público Alcalá Desarrollo, 2.390.000 euros de presupuesto y Promoción Alcalá 2.670.000 euros.
Del presupuesto final consolidado y resumido del ayuntamiento de Alcalá de Henares publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, nº 41 de fecha 18 de febrero de 2011, por un importe de 198.786.653, se desprende de que los gastos de personal ascienden a 103.725.285,80 euros.
En ningún momento el presupuesto recoge la deuda pública municipal existente a obras, servicios y suministros que ascienden a 94.876.240, 60 euros, solo la del ayuntamiento, sin incluir el resto de organismos autónomos municipales.
Esta exclusión de la deuda en cualquier balance de una empresa, serviría para poner de “patitas en la calle” a los gestores económicos y a sus responsables.
Y es que por lo que se ve en los balances municipales las deudas se excluyen sistemáticamente, se obvian y la oposición o se tapa los ojos y mira para otro lado, callando y otorgando, o intentar llegar al fondo de un asunto cada vez más traslúcido y lleno de interrogantes.
Con la llegada de la crisis el victimismo hace llegar a nuestros ediles, intentando dar a conocer a la opinión pública que los primeros sacrificados son ellos, siendo los primeros en aplicarse los recortes. Pues bien, Bartolo en el ejercicio 2009 firmó un presupuesto para los órganos de gobierno y personal directivo de 1.701.475 euros. En 2010 ese mismo presupuesto era de 2.776.728 euros. Y en 2011 con eso de la crisis lo dejaron en 2.715.415 euros.
Y sigue de alcalde
En la rueda de prensa que ofreció el martes la edil de Hacienda Marta Viñuelas, ofreció un adelanto refiriéndose a los presupuestos y que podrían tener una reducción global de un 30 por ciento, ascendiendo el ahorro en gastos de personal en unos 15 millones de euros. Si fuese así el presupuesto rondaría los 140 millones de euros, de los que se destinarían a gastos de personal 87 millones de euros. Ahora solo falta conocer si en el presupuesto incorporaran la amortización de gastos financieros corrientes y la amortización de capital del crédito sindicado para pagar a proveedores, en total 14.726.319 euros.
Si a esta cifra sumamos los gastos de personal el resultado son 102 millones de euros, con lo cuál el ayuntamiento solo tendría un margen de maniobra en el ejercicio de 38 millones de euros, de ahí paguen luz, conservación y reparación de vías públicas, limpieza viaria, mantenimiento y conservación de parques y jardines, etc, etc, etc.
En definitiva Alcalá de Henares está en quiebra y en la miseria, y solo hay un responsable Bartolomé González Jiménez, y es que lo que no son cuentas, son cuentos, suficiente para que rueden cabezas y muchos responsables políticos y económicos busquen el destierro antes que los vecinos pidan responsabilidades políticas y penales.
En resumen, sobre importes estimados lo que nos cuesta a los alcalaínos asciende a:
Presupuesto consolidado 2011 gastos 198.786.653 euros
Amortizaciones gastos financieros corrientes 5.171.000 euros
Amortización crédito sindicado 9.555.319 euros
Total gastos 213.512.972 euros año
17.792.748 euros mes
584.967 euros día
24.374 euros hora
406 euros minuto
Las cifras están tomadas según el presupuesto de 2011 y los gastos estimados de amortizaciones de gastos financieros y capital amortizable 2012
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