Madrid.  Lunes 11 de mayo de 2009                                                                       
 
 

Real Sociedad Deportiva Alcalá: "Algo más que un club"

 
 

Himno de la Real Sociedad Deportiva Alcalá

 

 
  El 1 de mayo de 2009, la Real Sociedad Deportiva Alcalá, cumplió ochenta años de existencia. En una fecha tan señalada de 1929, antaño día internacional de los trabajadores, y ahora reconvertido en España en día del orgullo sindical, el padre escolapio Eusebio Gómez de Miguel, profesor de matemáticas de la instalación escolar ubicada en el Colegio de San Ildefonso, decidió federar a un equipo de fútbol que había fundado cuatro años antes con el nombre de Alcalá club de fútbol.

Y es que la historia del siglo XX de Alcalá de Henares, con sus alegrías y sus tragedias, no puede verse proscrita sin su parcela deportiva.

El peso de esta "culpa" recayó en la Real Sociedad Deportiva Alcalá. En estos tiempos cuando el desarraigo de la población cada vez es mayor y las ciudades crecen indiscriminadamente, con políticos que gastan el dinero en tener entretenida a la población dotándoles de grandes complejos de ocio y de deporte. A principios de siglo, Alcalá no era casi nada, solo una ciudad de cuarteles, cárceles y conventos, donde en sus calles se pisaba el orín y las heces de los caballos, cuando por las mañanas el despertar con el canto del gallo había sido sustituido por el ruido del cornetín o el tañido de las campanas, ya existían personas que se preocupaban por la salud y la formación atlética de sus vecinos. Y en este aspecto, como en muchos otros, el deporte en general y el fútbol en particular se fraguó en los colegios de "curas". Bien es cierto que la Iglesia a principios de siglo tenía casi la exclusividad de la educación.

La introducción del fútbol de España, como es conocido tuvo lugar por Huelva, gracias a los ingleses que explotaban sus minas. Cuán pandemia se empezaba a extender por todo el mundo, y Alcalá no se iba a quedar al margen, entre otras cosas, porque eso de tener un equipo de fútbol en la población era un signo de modernidad y progreso.

Allá por 1908, el "Eco Complutense" publicaba un reglamento de fútbol que pudo servir para fundar el Alcalá F.B.C.

Los primeros futbolistas alcalaínos jugaban en páramos embarrados y desolados, y siguiendo la moda del juego de principios de siglo los partidos se hacían interminables. Antes de reglamentarse el juego, un inglés que jugó en el Real Madrid de principios de siglo. Mister Arthur Johnson, tuvo que crear unas normas, que fueron adoptadas por los equipos de entonces.

Por su curiosidad paso a describirlas.

NORMAS PARA HACER UN BUEN FOOT-BALL

Primera:

Una partida seria no debería empezarse a jugar sin que en cada team tuviera elegido de antemano su respectivo jefe, para que éste ordenara y distribuyera a sus hombres como mejor tuviera por conveniente. Esta medida tendría además la ventaja de evitar la excesiva charla y discusiones que, por desgracia ahora existen.

Segunda:

Los jugadores deberían jugar siempre en el mismo puesto y no cambiarse de unos a otros, siendo la principal ventaja de esta medida el conocer cada jugador el juego de sus compañeros y aprender a ayudarles en caso de necesidad o peligro. El sistema empleado actualmente de que cada jugador cambie continuamente de sitio no es "foot-ball".

Tercera:

Los jugadores deberían emplear más astucia y agilidad en volver la pelota al juego cuando se sale de las líneas que limitan el campo. Si se llevare esto a efecto, bastaría con una hora u hora y media de juego, en lugar de las dos o tres horas que ahora se emplean, y que principalmente se destina a conversación, fumar, etc.

Cuarta:

Debería también darse atención a la "combination" (devolución de la pelota de unos a otros jugadores), pues en la actualidad brilla por su ausencia.

Como podrá observar el lector de estas normas, los partidos se debían de hacer interminables, dado el carácter español, no nos extrañaría que los jugadores se fuesen a echar la siesta, o se "hiciesen" sus partiditas de cartas o dominó, de ahí estas normas.

Alcalá, como plaza castrense, vio como la neutralidad del gobierno español durante la primera guerra mundial, acogía a los soldados alemanes procedentes de las colonias africanas como el Camerún y los alojaba en el cuartel de Mendigorría, antiguo colegio de jesuitas en la calle Libreros, hoy facultad de Derecho. La ociosidad de los soldados alemanes hacía que se divirtieran dando patadas al balón, ya con ciertas reglas y sobre todo con especial habilidad. Los jugadores alcalaínos tomaron buena nota de "sus maestros" y fueron progresando, los retos entre españoles y alemanes eran frecuentes, celebrándose buenos partidos en un solar de las Eras de San Isidro junto a la antigua plaza de toros. Los alemanes fueron repatriados en 1919, después de pasar del cuartel de Mendigorría al cuartel del Carmen.

En 1920 se fundó la Unión Deportiva Alcalaína y en 1922 la Gimnástica Alcalaína. En 1924, como hemos reseñado el padre Eusebio, funda el Alcalá F.C., comenzando a jugar sus partidos en la era del Pozo Artesiano.

Poco después el escolapio, compró a la familia Casado un solar conocido como "el Humilladero", un auténtico pedregal que los alumnos se encargaron de limpiar de piedras. Valló el terreno y el 1 de mayo de 1929, tenía lugar su inscripción en la federación.

Al igual que ochenta años después, en 1929 el mundo padeció su peor crisis, cuando el 24 de octubre la bolsa de Nueva York se hundió.

Se crearon en Hollywood los premios a los profesionales del cine, conocidos como "Oscar" gracias a la secretaria de la academia Margaret Herwick, y la empresa fotográfica Kodak lanzó los primeros carretes de película en color.

En España, entonces ajenos a la crisis, se inauguraban las exposiciones universales de Barcelona y Sevilla, y fallecía la Reina Cristina, madre del rey Alfonso XIII, y regente durante 17 años.

En el mundo del fútbol, España celebraba su primera liga, en primera división participaron 10 equipos, y como ochenta años después, la ganaba el Barcelona, con el Real Madrid segundo, a dos puntos.

En Alcalá, y para no ser menos con la moda de los equipos por anteponer a su nombre el de Real. El presidente de la Sociedad Deportiva Alcalá, Fernando Presas solicitó a la Casa Real la concesión de tal honor. El 20 de diciembre de 1929 salía de Palacio por parte de la Mayordomía Mayor de Su Majestad el Rey el oficio autorizando a anteponer al nombre del club, el honorable título.

En esos años, en que el ocio y la diversión estaban en la calle, tertulias en los bares y en el casino, el deporte y el partido de los domingos eran la obligada cita para los comentarios posteriores y no quedarse desfasado de las noticias, se estaba al día tanto de la R.S.D. Alcalá como de los equipos que la visitaban.

El club comenzó a ampliar secciones deportivas, llegando a contar hasta ocho, la de baloncesto llegó a jugar en primera división junto a Real Madrid y Estudiantes. En la de ciclismo se formó Antonio Suarez, y sobre todo la sección de boxeo, cuando este deporte estaba en todo su auge, tuvo gran repercusión en un gran número de aficionados. Se hicieron inolvidables las veladas en el Callejón de Santa María, por su cuadrilátero pasaron muchos campeones de Castilla de los años cincuenta. La R.S.D. Alcalá presentó cuatro boxeadores al campeonato de Castilla de 1954, siendo uno de ellos campeón del peso superligero (Ortega). Éste boxeador, fue componente del equipo español que en los II juegos del Mediterráneo celebrados en Barcelona se enfrentó a los boxeadores de Turquía y Alemania, resultando vencedor del primero y haciendo combate nulo con el segundo. A Ortega le concedieron la medalla al Mérito Deportivo de la Federación de Boxeo y de la R.S.D. Alcalá.

Una sección original con la que contó fue la de aeromodelismo.

Muchas fueron las personas que hicieron que la R.S.D. Alcalá alcanzara sus mejores momentos, el intentar recordar a todas sería un trabajo arduo y seguro injusto con nombres que pusieron en mayor o menor medida su granito de arena para que el club continuase su existencia, con la benevolencia del socio y aficionado quiero recordar a Ángel Gómez Alcalá, Félix Huerta Álvarez de Lara y Pepe Calleja.

Si grande es la historia del Alcalá a nivel local, desgraciadamente su mayor militancia en categoría nacional ha sido en segunda B. Aunque también es cierto que cuando obtuvo su primer ascenso, la segunda B la conformaban menos grupos, estando representado el fútbol madrileño en esa época tan solo por Alcalá y Torrejón, al que luego se sumó el Parla.

Por aquellos años, Eduardo González como entrenador contó, quizás con una de las mejores plantillas que ha tenido el Alcalá en su historia, nombres como Olivares, Flores, Torres, Uceda, Escribano, Guzmán, Robles y sobre todo un jovencísimo Pepe Mel que quedó con 33 goles máximo goleador de todas las categorías antes de dar el salto al Osasuna, cedido por el Real Madrid, ya en ese tiempo empezaba a despuntar un juvenil Gabriel Moya, que pronto se consagraría como uno de los mejores jugadores del fútbol nacional, su potencia, técnica y habilidad le llevaron a la selección española, jugando entre otros equipos en Real Valladolid, Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia, Mallorca para volver a recalar en el Alcalá en la temporada 2000-2001, participando del ascenso a segunda división B.

Anteriormente Juan Carlos Pedraza, había puesto la primera "pica en Flandes", al fichar por el Atlético de Madrid y llegar a la selección española.

La gran cantera del Alcalá, hasta los primeros años 80, fue el ejército. Jóvenes futbolistas que aterrizaban en nuestra ciudad para realizar sus deberes militares, eran observados por técnicos y directivos, entre los que casi siempre se encontraba algún militar, que como cualquier intermediario de nuestros días, aunque sin cobrar, facilitaba el chivatazo del "chaval" que la "toca" bien.

Uno de los últimos jugadores que militaron en el Alcalá durante su estancia castrense, fue Ramón María Calderer, jugador del F.C. Barcelona, e integrante de aquel equipo español que dejó tan buen sabor de boca en el mundial de México 86.

La cada vez menor presencia del ejército en Alcalá de Henares, como suministro de jugadores, llevó al club a potenciar la cantera, buena muestra de ello han sido los numerosos jugadores que han llegado a militar en equipos de primera división, Calleja, Marcos, Jaime, Manolo Alfaro, Antonio Acosta, entre otros.

Y si de una cosa tiene que estar orgullosa la R.S.D. Alcalá, es de la organización todos los años del trofeo Cervantes, un "clásico" del fútbol madrileño, que donado hasta su fallecimiento por José Calleja, una de las personas más arraigadas al club y al deporte de Alcalá, y que ha tenido en su familia continuidad hasta nuestras fechas.

En las vitrinas del club se pueden ver los más originales trofeos, como el donado por Manuel Azaña, siendo presidente del Gobierno. Copas de campeones de Castilla y de Primera Regional de diferentes temporadas, así como el libro de oro en donde figuran las firmas de personas de gran relieve deportivo.

A finales del siglo XX, la cada vez más ruinosa situación del club, con una deuda acumulada bastante fuerte, que le podía haber llevado a la desaparición, tuvo en Rodolfo Gómez de Vargas, su ángel de la Guarda, gracias a su gestión y patrimonio consiguió levantar el club y dejarlo en unas condiciones óptimas, La condonación de la deuda por su parte ha hecho que el club conserve su relevancia y opte a estar los últimos años aspirando a entrar en los primeros puestos. Tras siete temporadas, cansado y enfermo, auque felizmente repuesto, dejó la presidencia para que se hiciera cargo del club, un equipo de gestores profesionales, a cuya cabeza figura como presidente Jorge Carretero, excelentemente complementado por Daniel Muñoz, Juan Carlos Pedraza, Joaquín Olmeda y Lorenzo Jabonero entre otros.

La mayor oportunidad de ascenso a la segunda división del fútbol español la tuvo el Alcalá en junio del 2005, cuando en la última eliminatoria que daba paso a jugar en la división de plata del fútbol español, el Alcalá se enfrentaba en el partido de ida un 18 de junio ante el Hércules de Alicante, partido que contó con una gran entrada en el Val. El contundente resultado final de 0-3 a favor de los visitantes dejó muchas sospechas, sobre todo en la actuación del portero Leal, que había efectuado una sensacional temporada, y que en el partido vital su dudosa actuación en las jugadas que propiciaron los goles fue recriminada hasta por sus propios compañeros. A pesar del empate en el partido de vuelta, la eliminatoria había quedado sentenciada en el Val.

Un posible "pelotazo" urbanístico

Los viejos aficionados, siempre recordarán con gran cariño el antiguo campo, ubicado en el paseo del Val, en terrenos cercanos a la hoy plaza de la Juventud y lindando con la actual ronda del Henares. Este campo era propiedad de la R.S.D. Alcalá, según escritura notarial de 29 de agosto de 1967, donde la sociedad representada por su presidente Rafael de Madariaga Heredia, compra unos terrenos a José Casado Moreno y a doña Pilar del Campo Clemente, por 9.800 pesetas.

Lo que pasó después es una incógnita todavía no resuelta, ¿venta? ¿permuta? Los socios habían aprobado un año antes de la compra, en Junta General, el 28 de junio de 1966, vender el campo de deportes del Val y adquirir nuevos terrenos para la instalación de una Ciudad Deportiva. El caso es que a principios de los años setenta el Ayuntamiento alumbró la idea de construir la actual Ciudad Deportiva del Val. En ella tendría su ubicación el nuevo campo de fútbol donde el Alcalá podría disputar sus partidos. ¿A cambio de qué? Si se cobró dinero, ¿a dónde fue? ¿Qué fue del patrimonio del Alcalá?, preguntas sin respuestas, seguramente porque las personas involucradas en estas acciones ya han fallecido.

Un campo municipal sin aforo conocido

El caso es que desde 1972, el Alcalá juega en el campo Municipal del Val, un campo que hasta su aforo se desconoce, ya que según los planos que constan en el Archivo Municipal, el arquitecto que lo diseñó no especificó su capacidad. En un principio todas las localidades eran de pie. Una reciente medición por parte de la actual directiva sobre el aforo del campo estable una cabida de 4.485 espectadores, distribuida de la manera siguiente: fondos 960 espectadores, tribuna principal 1.272 espectadores, tribuna del marcador 1.293 espectadores.

Por lo que respecta al terreno de juego, el rectángulo del Val es el más grande de los campos de fútbol de España. Según el anuario de la Real Federación Española de Fútbol sus dimensiones son 108 X 70, mientras, que por poner un ejemplo el estadio Santiago Bernabéu cuenta con unas dimensiones de 106 x 71, y el del Fútbol Club Barcelona de 105 X 68.

El Alcalá fiel a su cantera, cuenta con equipos en primera regional, juvenil, cadete, infantil y alevín, así como una escuela de fútbol.

Cuatro son las peñas que acompañan al equipo en sus desplazamientos, la peña Venecia, la más veterana, la peña el marcador, la peña Ricardo Flores y la peña Joselu, de reciente creación.

Como dato curioso cabe reseñar que el Alcalá tiene dos presidentes de honor, S.A.R. el Príncipe Felipe y Rodolfo Gómez de Vargas.

La R.S.D. Alcalá cuenta con himno propio, cuyo compositor es Joaquín Olmeda, con música de Nicolás de la Fuente, al que pone voz Antonio Cerezo.

Ignacio Sánchez

 

 
 

 
 

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