MADRID/ALCALÁ DE HENARES  (ALCALADIGITAL).- Tratar de explicar a veces lo inexplicable requiere un claro  ejercicio de contradicción que cualquiera de los mortales racionales puede  realizar en un momento determinado de su vida; faceta que en el caso de la  portavoz municipal del ayuntamiento de Alcalá de Henares Marta Viñuelas se  convierte en habitual, al patetismo de sus ruedas de prensa, se une el  desconocimiento y el enmascaramiento de la verdad, sus justificaciones pueriles  no resultan las adecuadas sirviendo para que una institución como es el  ayuntamiento de Alcalá de Henares caiga en un continuo descrédito que no merece  por historia y cultura. 
                  En los últimos años los miembros del  Partido Popular le han cogido el “gustillo” de hacerse un viaje a China, con un  interés inusitado en busca del exotismo que aquel país pueda deparar, porque  otra cosa no se puede interpretar de las justificaciones de unos viajes pagados  con los impuestos de todos los alcalaínos. 
                  Alcalá de Henares, con más de 22.000  parados no se puede permitir el lujo de costear unos viajes sin un claro  beneficio para la ciudad, por eso tratar de justificar lo injustificable a  estas alturas de la “película” es indigno e inmoral.  
                  Por mucho que se quieran enmascarar los  viajes como contraprestación de beneficios a la ciudad es tomar a los  ciudadanos alcalaínos por tontos o necios. 
                  Las “perlas” que deja caer Viñuelas suelen ser jugosas, en el 2012 “justificaba” los viajes a China “como una  oportunidad para tomar el pulso al mercado turístico chino y continuar su  estrategia de posicionamiento en el mercado asiático”¡Toma ya, con dos…! 
                  No hay peor ciego que el que no quiere  ver, una circunstancia de la que hace gala la portavoz cuando los datos de la  oficina de turismo, algo que debería conocer, dicen que en Alcalá de Henares el  80 por ciento de los turistas proceden de la propia comunidad de Madrid, un 15  por ciento del resto de España y un 5 por ciento escaso proceden del turismo  internacional, siendo el Europeo el más prolífico que visita Alcalá. 
                  Solo hay que darse una vuelta por la  calle Mayor para saber lo que China aporta a Alcalá, comercios de pésima  calidad y de bajo coste, quizás esta sea la medida para paliar desde el  ayuntamiento los daños colaterales de la crisis, que se consuma en este tipo de  establecimientos. 
                  Si en 2012 ya la dio por los chinos, en  el 2011 dijo aquella perla del “turismo de congresos”, como si Alcalá contase  con unas instalaciones para este tipo de eventos dignas de hacer gala de esta  afirmación. 
                  Como tampoco funciona en Alcalá su  inclusión en el grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad a nivel turístico,  otro “chiringuito” que se creo entre colegas para justificar unos viajes en  busca el turista perdido. 
                  Desgraciadamente Alcalá de Henares cuenta  con unos políticos del Partido Popular que están a otra cosa, su conocimiento  de la ciudad empieza en la plaza de Cervantes y acaba en la plaza de los Santos  Niños, generalmente para ir a misa a la Catedral y ser más papistas que el  Papa.  
                  Por mucho que se quieran justificar los  viajes como inversión para la ciudad, la realidad es otra, ese coste se podría  dedicar a hacer turismo local, visitar a pie los barrios preguntando y  preocupándose por los problemas de los vecinos, además, suele ser beneficioso  para el corazón y reduce el colesterol en la sangre, incluso pueden hacer un  ejercicio más de hipocresía y hacer como si tomaran nota para resolver este u  otro problema, aunque luego manifiesten que no hay dinero. 
                  Lo cierto es que lo que el ciudadano de a  pie intuye es que no hay dinero para lo que quieren, para irse de viaje a China  o a Chile sí, para reponer un banco o una farola no. El ciudadano cada vez está  más cansado de que le mientan, y la tónica que sigue la portavoz municipal  acredita su escasez de remordimientos, en una empresa privada hace mucho tiempo  que la habrían dejado en el paro, y si el alcalde sigue sin dar el ayuntamiento  por perdido más le valdría agradecerle los servicios prestados y quitarse de enmedio  una lacra que lo único que hace es perjudicarle en sus propios interese. 
                  
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