AlcaláDigital.- Cualquiera que sea, o no, de Alcalá, y sienta una mínima sensibilidad, por esta ciudad, y por la gente que la compone y nos representa en lo político, al ver esta estampa de una importante parte del equipo que nos gobierna, o, nos desgobierna, (PP), no cabe duda que le pega un subidón de, tristeza, humillación, y hasta, repugnancia, al contemplar como lo que en su día fue lo más granado de nuestra ciudad, representada y votada de forma mayoritaria por los alcalaínos, ha terminado, bajo lo más bajo que puede terminar una persona. Es decir, traicionando los valores por los que fueron elegidos y, abandonando por cuatro perras, a todo un pueblo, que el único pecado que cometió fue confiar en los que hoy están contra la pared de la sospecha por presunta corrupción, ante un juez y una Comisión de Investigación, a la que ellos, mismos apoyaron para su creación, y que por dos veces se han negado a comparecer, o dar la cara de forma física.
En manos de los presuntos corruptos
¿Pero qué ha pasado?, para que, esta gente se echase en manos de empresas y, personas, que jamás en la historia de esta ciudad, habían trabajado con nuestro ayuntamiento, para que, a través de un casi desconocido, como es nuestro actual alcalde, Javier Bello, se abriesen las puertas de par, en, par, y se abandonasen personas que durante décadas (Jesús Martin) nuestro ayuntamiento había tenido una sana y, fructífera relación, sin ningún tipo de escándalo, social o, financiero.
Cadáveres políticos, contra la pared
Son muchas las preguntas, que el ciudadano se hace, pero como ya conocemos, pocas, o muy pocas son las respuestas, que estamos consiguiendo, de esta más que sospechosa gente del PP, que hoy están contra la pared, como en la foto de cabecera, y que les ha situado, contra las cuerdas, de la justicia, y política, porque, quien se atreve? con estos antecedentes a poner en una lista para las elecciones municipales a semejante plantel de presuntos. Nadie en su sano juicio aposaría lo más mínimo, por estos cadáveres políticos, que a lo más que aspiran es, a seguir, en la opacidad y la mentira, de la espiral de la, presunta corrupción, que les persigue, y les acosa sin piedad.